Por Juan Tomás Valenzuela
Personas apandilladas
en una prensa amarilla,
destruyen a Mantequilla
sin haber probado nada.
Qué forma más descarada
de producir contenido,
con alguien que no ha sabido
dar cuenta de su sistema,
por lo que estos…
lo juzgan como bandido.
El sistema que este chico
usa para hacer fortuna,
lo está usando la comuna
de cuando los dominícos.
Cuando yo no califico
para un préstamo en la banca,
mi negocito se estanca
si no llega un prestamista,
y me saca de la lista
del tal Cristian Casablanca.
El que no tiene un centavo
para iniciar su proyecto,
y es visto como un insecto
por el banco escandinavo,
debe ofrecerse de esclavo
a los muchos “mantequillas”,
que se paran de su silla
a atender necesidades,
que las grandes entidades
califican de gavilla.
¿De que acusan a este mán?
¿Que delito ha cometido?
¿Es con cuartos del ungido
con lo que está abriendo San?
¿Es cómplice de Pagán
en esta dichosa empresa?
¿Son cuartos de la metresa
que perdió frente al cundango,
o estará exportando “mangos”
hacia las costas francesas?
Ya se apersonó la muerte
al entorno Mantequilla,
por una prensa amarilla
que es digna de mejor suerte.
Hoy está la madre inerte
por culpa de la ignorancia,
de aquellos que, con flagrancia,
lo han hecho reo de delito,
sin que siquiera un pesito
se reste de su abundancia.
Juan de los Palotes
19 octubre 2022